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Las cubiertas térmicas son un recurso sencillo, pero altamente efectivo, que toda empresa de piscinas recomienda a sus clientes. Aunque parecen simples lonas flotantes, su impacto en el funcionamiento, ahorro y confort de una piscina es enorme. Fabricadas con materiales como el polietileno y diseñadas con burbujas de aire, actúan como aislantes naturales, manteniendo el calor dentro del agua y reduciendo el desgaste general del sistema de mantenimiento. Su uso se ha popularizado no solo por razones prácticas, sino también por los beneficios económicos que ofrecen a corto y largo plazo.
Uno de los principales beneficios de una cubierta térmica es su capacidad para conservar el calor acumulado, ya sea por el sol o por sistemas de climatización. Esta propiedad permite mantener la temperatura del agua hasta 3°C más alta en comparación con una piscina sin protección. Para quienes cuentan con una piscina climatizada, esto se traduce en una reducción significativa en el consumo de energía. Es una solución que cualquier empresa constructora de piscinas debería incluir desde el diseño inicial del proyecto, especialmente si se busca eficiencia energética.
Además de conservar la temperatura, las cubiertas térmicas reducen casi en su totalidad la evaporación del agua, lo cual ayuda no solo a conservar recursos, sino también a disminuir el uso de productos químicos. Menos evaporación implica menos pérdida de cloro y estabilizadores, por lo que el mantenimiento se vuelve más sencillo y económico. Esta reducción del uso de insumos también ayuda a prolongar la vida útil de los sistemas de filtrado y bombeo, ya que hay menos residuos en circulación.
Otra función clave de estas cubiertas es que impiden que hojas, insectos y otros desechos lleguen al agua. Esto mantiene la piscina más limpia por más tiempo y reduce la necesidad de limpiezas constantes. Para quienes tienen piscinas en exteriores rodeadas de vegetación, las cubiertas térmicas son una verdadera herramienta de mantenimiento preventivo. Su uso también minimiza el desgaste de los equipos de limpieza, prolongando su funcionamiento óptimo. Un buen diseño y construcción de piscinas debe contemplar estos detalles desde el inicio.
El aspecto económico es otro punto fuerte. Aunque requieren una inversión inicial, los ahorros acumulados en calefacción, agua y productos químicos compensan rápidamente el gasto. Para quienes contratan una empresa de construcción de albercas, elegir proveedores que incluyan este tipo de soluciones sostenibles puede marcar una diferencia real en el costo total de operación de la piscina a lo largo del tiempo. Además, hay modelos con enrolladores que facilitan su uso y aumentan su durabilidad, haciendo más práctico su día a día.
Contar con una cubierta térmica también extiende la temporada de uso de la piscina. Al mantener la temperatura del agua estable, es posible disfrutar de la alberca incluso en temporadas más frescas. Esto resulta especialmente útil en casas de descanso, hoteles o propiedades con albercas de uso continuo. Empresas especializadas en diseño y construcción de piscinas suelen recomendar estas cubiertas como parte del paquete de equipamiento esencial.
Conclusión: Una cubierta térmica no es solo un accesorio más; es una herramienta esencial para cualquier propietario que quiera optimizar el uso de su piscina. Ofrece beneficios térmicos, económicos y ecológicos, lo cual la convierte en una inversión inteligente. Ya sea que estés construyendo una nueva piscina o mejorando una existente, consulta con una empresa de piscinas profesional como SciencePool que puede incluir estas soluciones para garantizar un diseño eficiente, cómodo y sostenible.
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